Historias
La historia de Hana
Hana tuvo problemas con su peso desde la infancia. Después de dedicarse a la sanidad, creó un centro de salud y prevención de la obesidad en Eslovaquia, y es una defensora de las personas que viven con obesidad. Esta es su historia.
Transcripción
Me llamo Hana. Desde mis estudios, vivo en Bratislava, Eslovaquia. He tenido problemas con mi peso desde la infancia. A los 17 años hice un curso de adelgazamiento y más tarde varias dietas. Mi obesidad infantil fue una de las razones por las que me centré en estudiar farmacia en la Universidad de Bratislava. Desde 1993 tengo una farmacia privada en Bratislava donde trabajo con mi hija.
Cambiando gradualmente mi estilo de vida, perdí poco a poco 15 kg. Después de casarme, mi estilo de vida volvió a cambiar; me ocupé de mi familia y de la farmacia, y volví a ganar 40 kg. Era consciente de mi obesidad y de los problemas de salud que podía causar. En mi farmacia veía a pacientes que sufrían de obesidad y enfermedades relacionadas.
Quería perder peso de forma selectiva, abordar mi estilo de vida poco saludable y averiguar por qué había ganado peso. Por eso hice varios cursos de nutrición en la República Checa. Poco a poco fui reduciendo mi peso en 17 kg. Con esta experiencia, creé un centro de salud y prevención de la obesidad en Eslovaquia. Se centra en conferencias y actividades de consulta, y en la educación para prevenir el sobrepeso y la obesidad. Represento a la República Eslovaca en el Consejo de Pacientes de la OEPC. He fundado una organización para personas con obesidad.
En Eslovaquia la obesidad no se reconoce como una enfermedad. Los médicos sólo tratan sus consecuencias. Llevamos tres años consecutivos organizando el Día Mundial de la Obesidad, el Día del Estigma, el Día de la Salud, la educación sobre la obesidad y la prevención. Participo en congresos médicos con conferencias sobre la obesidad en nuestros eventos y proyectos cooperamos con varias organizaciones en el ámbito de la salud.
En Eslovaquia es importante educar a la gente sobre nutrición, estilos de vida saludables y prevención de la obesidad. También es necesario educar a los profesionales de la salud sobre la obesidad y su tratamiento.
A nivel de liderazgo mundial, la obesidad debe ser reconocida como una enfermedad crónica. Hay que garantizar su tratamiento y los derechos de los pacientes a la atención médica. El Día Mundial de la Obesidad es una oportunidad para concienciar sobre la obesidad como enfermedad, cómo prevenirla y llevar un estilo de vida saludable. La incidencia del sobrepeso y la obesidad está aumentando en todo el mundo. Es un problema de salud global que es importante abordar.
Tenemos tres armas contra la obesidad: prevención, información y educación. Solo tenemos una salud, y es necesario protegerla.